El conflicto es inherente al ser humano. Por lo tanto, en una comunidad de vecinos es prácticamente imposible que no surjan inconvenientes. Es útil entender la comunidad como un pequeño ecosistema en el que conviven especies diversas, con características culturales diferentes. En este sentido, cualquier alteración en su equilibrio puede derivar en conflicto y según el modo en que este se aborde, se restaurará pronto la armonía o se desatarán más problemas.
Como profesional que lleva tranquilidad a las familias, ¿has tenido malas experiencias?, ¿te preocupa este asunto?
Los psicólogos sociales dicen que la comunidad de vecinos ejemplar es aquella en la que todos sus integrantes colaboran y se sienten parte, basando sus relaciones en la tolerancia, el respeto y el civismo. Bonito, ¿verdad? Afortunadamente, esto se traduce en acciones concretas. Las más importantes son estas tres acciones fundamentales:
Primero: mantener el buen trato
Es fundamental que los vecinos sean respetuosos y amables entre sí. En todo momento. Independientemente de los problemas que puedan surgir, de las discrepancias y las diferencias que existan entre ellos. Si todas las personas ejercitan la tolerancia, se expresan con educación y de buena manera, no solo se genera un buen clima, sino que la probabilidad de solucionar un conflicto que pueda presentarse es mucho mayor.
Segundo: respetar la intimidad de cada uno
La vieja sentencia es clara: no hagas lo que no te gustaría que te hagan. Hay que respetar la intimidad de los vecinos y su espacio, como su buzón (revisar la correspondencia está prohibido por ley), su jardín y su trastero. Tampoco es conveniente revelar información privada o alimentar las habladurías que afectan a la confianza y, por ende, a la relación.
Y tercero: entender la dinámica de vivir en comunidad
Es aquí cuando el valor del civismo entra en juego. En una comunidad de vecinos el funcionamiento es claro: la mayoría decide. Las decisiones que se toman en las juntas oficiales deben respetarse, estés de acuerdo o no. Es esperable que se produzcan desacuerdos y enfrentamientos en torno a ciertos asuntos, pero no deben ser un punto de partida para que se genere más conflicto o para dejar de cumplir las normas y obligaciones que se establecieron de antemano.
¿Qué te parece este modo de abordar el tema? ¿Hasta qué punto crees que son las relaciones personales a la hora de mantener la armonía en la comunidad?